jueves, 15 de mayo de 2014

Emprender Trabajando o Trabajar Emprendiendo

En una entrada anterior hemos visto que una alternativa al desempleo es lo que con terminología moderna se denomina emprender, o, "ponernos por nuestra cuenta".

Según la Real Academia Española,


 Emprendedor es:


el "Que emprende con resolución acciones dificultosas o azarosas".

Siguiendo dicha definición podemos deducir que la principal característica sería la capacidad de enfrentarse a las dificultades con valentía.


emprender
Yo os planteo una pregunta:


¿Estas características son exclusivas de los emprendedores o, también se aplican a los trabajadores por cuenta ajena?


Independientemente de que estemos desarrollando nuestro propio proyecto profesional, desempeñemos nuestro trabajo en una empresa, o estemos buscando un nuevo camino laboral,  las competencias que debemos acumular son las mismas.


acción
La necesidad de estar en disposición de poner en marcha nuevos proyectos y de actualizar y renovar los que están en marcha parece clara para los que tienen su propio negocio, pero quien trabaja para una empresa, tampoco puede acomodarse, tener iniciativa y aportar sugerencias da valor a nuestro trabajo.


reaccionar


El entorno laboral es muy dinámico, en algunos sectores hasta agresivo, y ello lleva a que la capacidad de detectar las dificultades y establecer un procedimiento de actuación adecuado es fundamental, tanto para un proyecto propio como para el desempeño del  trabajo por cuenta ajena.

adaptarse

Reconocer que las condiciones de nuestro negocio o de nuestro trabajo han variado y que es necesario adaptar nuestros métodos, procedimientos o incluso proyectos es imprescindible para mantenernos tanto en el mercado de trabajo, como en nuestra actividad por cuenta propia.

decidir
Como consecuencia de todo lo anterior, hay que llegar a la toma de decisiones, es decir, a asumir una de las alternativas posibles que estén al alcance y que van a marcar la diferencia.  Se trata de no dejarse llevar sino de tomar las riendas tanto de nuestro negocio, como de la parcela de actividad que tengamos encomendada en la empresa en la que trabajamos. 



Actualmente estamos viviendo grandes cambios en el mercado de trabajo, lo que hace que también varíen los perfiles profesionales y personales que se piden a los trabajadores y a los empresarios, pero quizá no haya tanta diferencia entre las exigencias que han de asumirse desde cada lado de la barrera. 

¿Estáis de acuerdo? ¿O por el contrario creéis que hay que ser de una pasta diferente para ser emprendedor? Está abierto el debate :-)






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