En otros artículos en los que hemos hablado del concepto de MARCA PERSONAL, la definíamos como "el conjunto de cualidades que nos diferencian y que han de hacernos destacar."
Esa imagen que proyectamos a los demás ha de ser creíble y para ello es fundamental que sea coherente con nuestra personalidad y con la idea que tenemos de nosotros mismos. Una idea que se va formando desde que somos niños y en la que influye en gran medida lo que los demás parecen pensar de nosotros.
Las etiquetas que los padres, los profesores, los amigos van asignándonos, tanto positivas como negativas, nos acompañan a lo largo de nuestra vida, y pueden constituir un lastre para el desarrollo de nuestra personalidad.
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Esas ideas que nos van definiendo se escapan a nuestro control, y cuando decidimos que es el momento de gestionar nuestra marca personal nos podemos encontrar con que no se corresponde con nuestro verdadero yo.
Por ello, el primer paso es analizar cómo somos realmente para luego poder transmitir una imagen sincera y coherente
Como madre, me planteo de qué forma influyo a la hora de que mis hijos creen su propia marca personal. Me gustaría enseñarles a rebelarse contra las ideas preconcebidas (aunque pudieran ser mías) y que puedan ser capaces de decidir hacia donde concentrar sus esfuerzos y no dejarse llevar por lo que se supone que deben ser o hacer o desear.
Para finalizar esta reflexión me gustaría compartir con vosotros este vídeo que muestra cómo un grupo de niños tuvo la valentía de no aceptar las limitaciones que el entorno les imponía.
El debate de hoy lo podemos plantear desde dos puntos de vista:
- A NIVEL PERSONAL
¿Os han influido las expectativas que los demás tenían puestas en vosotros?
- COMO PADRES O EDUCADORES
¿Pretendemos compensar nuestros deseos o frustraciones a través de nuestros hijos?
Como siempre, espero vuestros comentarios y opiniones.
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